viernes, mayo 20, 2011

Conciencia ciudadana

                      Mai 68 (Project: Révolution, je t’aime)

"La historia es una pesadilla de la que intento despertar"
Stephen Dedalus en "Ulises" de James Joyce

Alguien comentó en el grupo Democracia Real Ya Ourense que era importante  recordar que nosotr@s también hemos contribuido a la situación actual al votar a la clase política que tenemos. El comentario me parece totalmente acertado y es el punto de partida para esta reflexión sobre la conciencia ciudadana o la necesidad de convertirnos en ciudadan@s conscientes. Es que la indignación contra lo que vemos en la vida política en este momento me parece un paso importante pero que también habría que ir más allá, porque si nos quedamos con la indignación, no llegaremos a una transformación profunda sino sólo a un cambio superficial. Porque, a  mi entender, la indignación y el enfado con la clase política nos sitúan en el papel de víctimas cuando en realidad donde queremos situarnos es como protagonistas de nuestro propio destino.

En situaciones como la actual de flujo e inestabilidad se presentan oportunidades para auténticas transformaciones en las formas de gobierno pero también existe el riesgo de que, desde el poder fáctico, se nos cambie el mobiliario político sin que haya un cambio real, profundo (como cuando Mubarak se va pero le reemplaza el ejército). El cambio superficial de mobiliario político equivale a los momentos  cuando un@ tiene problemas emocionales que salen a flote en la vida de pareja, pero en vez de sanar los conflictos surgidos de la propia inconsciencia, un@ piensa "Bueno, si cambio de pareja, todo va a estar bien". Podemos pasar toda la vida con cambios horizontales de este tipo cuando en realidad lo que nos vendría bien sería una transformación vertical. La transformación implica que colectivamente transformemos nuestra manera de ver el mundo y de vernos a nosotr@s mism@s en él, implica un reconocimiento de nuestra propia inconsciencia, nuestra propia sombra y como nos ha tenido enganchada al status quo. Así, en vez de proyectar nuestros enfados y frustraciones hacia fuera, hacia lo que han hecho “ellos”, reflexionamos sobre nuestras responsabilidades políticas como colectivo ciudadano, y empezamos a “ser el cambio que queremos ver en el mundo” (Gandhi).

¿Cómo hemos sido cómplices, como hemos contribuido al mantenimiento del status quo que nos ha llevado a la situación en la que estamos, al borde del abismo económico? Para empezar, hemos participado en una visión tribal de la política, "nosotros" contra "ellos", tanto socialistas contra conservadores (por ejemplo), como votantes frente a políticos, proyectando esperanzas, enfados y frustraciones en los que tienen el poder y situándonos como impotentes. También hemos tendido a depositar todas nuestras esperanzas en el "último modelo", el último eslogan (yes, we can ...), el último salvador, abdicando nuestra responsabilidad en “ellos” y lo que ofrecen. Y al surgir problemas y dificultades, hemos creído que votando a otro partido, todo se iba a solucionar, los nuevos lo harían mejor (o sea el cambio de mobiliario político en un mismo escenario).

También podemos reflexionar más sobre cómo nos hemos enganchado psicológicamente al status quo socio-político. Está claro que desde los estamentos de poder, hay una estrategia implícita a lo largo del siglo XX de implicarnos cada vez más en una cosmovisión consumista, jugando con nuestras tendencias inconscientes y nuestra hambre insaciable de novedades. Pero también nosotr@s nos hemos prestado, nos prestamos a este juego, cediendo nuestro poder político a cambio de poder adquisitivo. Por lo cual, quizás parte de esta nueva toma de consciencia ciudadana implicaría el indagar en qué hay detrás de nuestra “necesidad” de adquirir más bienes materiales y el precio que pagamos al no cuestionar esta manera de actuar, esclavizándonos así a nosotr@s mism@s. Quizás si fuéramos un poco menos consumistas (y en esto, desde luego, la crisis nos ayuda), podríamos ser un poco más ciudadan@s.

Ahora hay un revuelo sobre si se va a poder manifestar durante el día de reflexión o no. Pero quizás se puede sacar provecho incluso de una prohibición, transformando las reglas del juego a favor de l@s que queremos regenerarnos como ciudadan@s, a la vez que promover la regeneración de la política. Quizás se trata de invocar el espíritu del 68, de enfrentar la imaginación al poder. Si silencian las manifestaciones por el día de reflexión ¿por qué no reflexionar colectivamente en silencio y en público, sin pancartas, sin consignas contra nadie, sino a favor del ejercicio del voto para regenerar la democracia? El silencio puede ser un arma poderosa, si se usa sabiamente, como acto de reprobación no de “ellos” sino de lo que está siendo nuestra res publica.  El estar de pie delante de las instituciones públicas que no están funcionando como quisiéramos, no para protestar contra ellos sino para (literalmente) darles la espalda, en silencio, también puede mandar un mensaje poderoso de un deseo de transformación. El uso de símbolos (¿el símbolo del ¡Stop!, las manos pintadas de blanco?) o el uso de prendas de ropa de un solo color (como el verde en las manifestaciones en Irán) también envían sin palabras un mensaje potente.

Volviendo a la cita inicial de Joyce, parece que algo se está desperezando en el mundo y que nos ha tocado vivir tiempos interesantes. ¿Seremos capaces de despertarnos de la pesadilla,  aprovechar las oportunidades que nos presenta y así disfrutar plenamente esta vida que se nos ha dado?

Give Votes A Chance

El otro día leí que Felipe González había comparado la Spanish Revolution con las revueltas árabes, diciendo que mientras que en los países árabes se pedía el voto, aquí se animaba a la gente a no votar. Yo entiendo que no es así, sino que más bien se trata de hacer que nuestros votos cuenten para algo, para que haya una regeneración política y una regeneración ciudadana también, y no más de lo mismo que nos ha llevado hasta aquí, al borde de la intervención. 

En los años 80 había un artículo, muy comentado en el campo de la literatura poscolonialista, The Empire Writes Back (“El Imperio Contra-escribe”, una referencia a las películas de la Guerra de las Galaxias), que trataba de cómo se invertían las relaciones de poder entre las ex-colonias y los países colonialistas mediante la literatura contestatoria. Cómo parece que el mundo ahora está mirando a España y a su Spanish Revolution, se me ocurre que se puede mandar una contestación al poder fáctico financiero globalizado desde aquí. Apropiándonos de la canción de John Lennon, podemos reclamar que se le de una oportunidad a los pueblos, a los más de seis mil millones que somos, para que nos responsibilicemos de nuestras vidas y para que incidamos realmente en la res publica a través de un proceso democrático auténtico y efectivo, un proceso recreado y puesto al día para que refleje las posibilidades y las necesidades de una ciudadanía consciente y de un nuevo milenio … 

Todos hablan de PSOE, PP, IU, CIU, Zapatero, Rajoy, Lara, Màs o menos 
Todo lo mismo, siempre lo mismo 
Sacos rotos con nuestros votos 

All we are saying is GIVE VOTES A CHANCE 
All we are saying is GIVE VOTES A CHANCE 
[Todo lo que pedimos es QUE SE LES DE UNA OPORTUNIDAD A LOS VOTOS 
Todo lo que pedimos es QUE SE LES DE UNA OPORTUNIDAD A LOS VOTOS] 

Thanks, John J; sorry, Felipe L.

martes, marzo 08, 2011

Video: Beneficios de la Meditación



Acabo de "tropezar" con este video en Internet - es una visión corta pero preciosa de los beneficios que pueden aportar la meditación para cualquiera que se lo proponga. ¡Que lo disfrutéis!

miércoles, marzo 02, 2011

Curso de Meditación para el Bienestar


Desde la Concellaría de Xuventude e Voluntariado do Concello de Ourense, nos han pedido que demos un curso de meditación. Será en el marco de la programación de actividades Ourense Xove para jóvenes de 15 a 35 años. Lo estamos planteando como un curso de Meditación para el Bienestar (Práctica de la Atención Plena) y vamos a basarnos en nuestra propia experiencia de la práctica meditativa (en las tradiciones zen y vipassana) y en las obras de distintos autores y maestros (DhiravamsaJack KornfieldKen WilberJon Kabat-Zinn …).

El objetivo del curso es capacitar a l@s participantes para practicar la atención plena (mindfulness), para lograr más conciencia de lo que están haciendo, pensando o sintiendo, instante tras instante. Se entiende que esta conciencia nos otorga un mayor margen de maniobra, una mayor sensación de espaciosidad y más libertad en nuestro día a día, aportando beneficios a nivel del cuerpo, del corazón y de la mente. También representa una apuesta para trabajar para cambiar el mundo cambiándonos a nosotr@s mism@s, en pos de una mayor conciencia ciudadana.

El curso consistirá de 8 encuentros semanales de dos horas, cada martes entre las 20.00h y las 22.00h a partir del 3 de mayo y será impartido en la Asociación Mandala en Ourense. En cada encuentro habrá enseñanza teórica y práctica, además de la oportunidad para que l@s participantes compartan sus experiencias. También a lo largo del periodo de enseñanza se animará a l@s participantes a que desarrollen una práctica diaria en sus casas. Para más información, se puede contactar con la Oficina Municipal de Información Xuvenil (988388154 o xuventude@ourense.es).

lunes, febrero 21, 2011

Asumiendo responsabilidades


Recientemente ha habido todo un revuelo en el mundo del budismo zen estadounidense a raíz del comportamiento de Genpo Roshi (Dennis Merzel), el creador del proceso Big Mind. Me ha llamado mucho la atención este asunto por varios motivos, entre otros porque mi propio camino espiritual empezó con la práctica del zen en la sangha de Dokushô Villalba, he conocido a Genpo Merzel y practicado Big Mind y también hace tiempo que mi interesa la sombra de la práctica espiritual, la ropa sucia. En este caso lo que más me impresiona es el gesto noble que tiene Merzel al publicar la carta que viene reproducida a continuación y al dejar los hábitos – todos podemos equivocarnos y lo hacemos, pero no es siempre tan fácil reconocerlo. Me recuerda una conversación que escuché con Tami Simon, la fundadora de Sounds True, donde hablaba de las dos clases de maestros con los que se había encontrado a lo largo de muchos años haciendo y grabando entrevistas con ellos: los que sabían admitir sus errores, aun a riesgo de perder seguidores, y los que no. Ojalá que todos – profesores, políticos, banqueros, maestros espirituales - fuésemos capaces de dar el mismo paso en circunstancias parecidas, honrando así el meta profundo que nos mueve para servir al bien de todos los seres.

Asumiendo mi responsabilidad.
Una declaración personal de Genpo Merzel.
He elegido dejar los hábitos de sacerdote budista, dejaré de dar los preceptos y ordenaciones, aunque seguiré enseñando Big Mind. Dedicaré el resto de mi vida integrando sinceramente la ética del budismo soto zen en mi vida y práctica para poder recobrar dignidad y respeto. Mis acciones han generado muchísimo dolor, confusión y controversia para mi esposa, familia y sangha, por todo lo cual estoy profundamente apenado y arrepentido. Mi conducta no estuvo de acuerdo con los preceptos budistas. Me parece que dejar los hábitos no es más que una pequeña parte de una respuesta congruente.
Para que no haya malentendido, mi renuncia como sacerdote budista soto zen no afecta al estatus de las personas a quienes haya dado los preceptos, ordenación, u otras iniciaciones. También renuncio como responsable de la Asanga White Plum. Mis acciones no deben entenderse como un reflejo del carácter moral de cualquier miembro de la White Plum.
Como Genpo Merzel, seguiré llevando Big Mind al mundo además de entrenar y ayudar a la gente que quiera estudiar conmigo. Seguiré a la disposición de la gente que desee seguir estudiando conmigo, en tanto que un ser humano más que trabaja con sus propias sombras y patrones profundos.
Con gran humildad seguiré trabajando con mis propias sombras y patrones profundos que me han llevado a fallar en cuanto que persona moral y ética y ser humano decente. Agradezco todo el amor y apoyo que me han sido ofrecidos, así como las críticas. Experimentar todo el dolor y sufrimiento que he causado me ha llegado realmente al corazón y ha sido el mejor maestro. Me ha ayudado a abrir los ojos y me ha proporcionado más claridad en cuanto a mi comportamiento deshonesto y dañino, además de mi mala conducta sexual. Hace poco he entrado en terapia y pienso seguir con ella indefinidamente. Estoy experimentando un dolor profundo por todo el sufrimiento que he causado a mi esposa, a mis hijos, alumnos, sucesores y a la Sangha.
Con tristeza y amor.
D. Genpo Merzel.

domingo, febrero 13, 2011

Cómo me relaciono

En el Máster de PHI hemos estado trabajando con la teoría de apego de Bowlby y con el trabajo posterior de Mary Ainsworth sobre los estilos de apego. Gracias a un experimento conocido como la “Situación Extraña”, Ainsworth encontró tres tipos de apego en los pequeños hacia sus madres (o cuidadores). El primero, apego seguro, describe un niñ@ que siente a su madre como una base segura para explorar a su alrededor, se estresa si su madre se ausenta pero se consuela fácilmente cuando vuelve. El segundo, inseguro/ambivalente, no está tan dispuesto a explorar, porque no se fía de la madre, se estresa si se queda solo o con otra persona pero muestra enfado o rechazo al volver la madre. El tercero, inseguro/evitador, demuestra más bien una exploración superficial, “mariposa” y se muestra más indiferente a la madre, relacionándose más desde la evitación. Los dos tipos inseguros son los que más retos presentarían a las personas de mayores, ya que de algún modo el tipo de apego establecido en los primeros ocho meses de vida influiría en la manera de relacionarse durante el resto de la vida. En mi caso, como hijo adoptado a los 11 meses, creo que mi punto de partida en la vida fue el tipo inseguro/evitador, el que de mayor está más bien en negación de las emociones difíciles – así es como me veo retrospectivamente, por lo menos, hasta el momento de emprender un trabajo personal serio a los 30 y pico años.



En relación con esto, nos pidieron realizar un trabajo de hacer dibujos reflejando nuestras relaciones en las distintas etapas de nuestras vidas para compartir y comentar con una pareja. Como yo siento que tengo cierta asignatura pendiente con mi parte creativa o mi hemisferio derecho, me decidí aprovechar la ocasión y aplicarme. Curiosamente al empezar a trabajar el primer cuadro, el de la infancia, ya me encontré removido. Estaba trabajando con una aplicación en el iPad, hacía un borrador y ¡se perdía! … y así varias veces, empezando desde cero, y mi Niño Interior entre el berrinche y el desánimo … Al final encontré una aplicación muy buena, ArtRage, que es con la que hice mis cuadros, y a partir de ahí ya me iba mejor la cosa. El primero trata de mi infancia hasta los 10, 11 años, hasta que me dijeron mis padres que era hijo adoptivo, más o menos. Se ve a mi madre biológica en la esquina de la izquierda, mi hermano adoptivo arriba y mis padres adoptivos en el centro. Yo estoy en mi mundo, jugando, construyendo, con cierta distancia de mi madre, ahí sí que me veo y me siento en lo de inseguro/evitador.



En este segundo cuadro intento reflejar mi adolescencia, es hasta los 20 años, más o menos, en el instituto de sólo chicos al que iba, asentándome en un nivel cognitivo con los estudios que me salían bien a la vez que hacía vida de "rebelde", y me escapaba de mis conflictos en casa, sobre todo con mi madre.



En el tercero, quiero reflejar el periodo de mi vida entre los 20 y los 35 (más o menos) - una época en la que realmente quería prolongar la adolescencia, en el que buscaba placeres, me metía en una relación sentimental tras otra, nunca satisfecho, bastante narcisista, hedonista … Desde la perspectiva de hoy representa un periodo de mucha inconsciencia, en el que me veo movido por hilos saliendo de la sombra como una marioneta, sin darme cuenta. Tenía asuntos emocionales por dentro sin resolver y que intentaba obviar racionalizándolo todo, volcándome en relaciones, bebiendo, saliendo por la noche, fumando porros, perdiéndome … Y el otro lado de la moneda se veía en las depresiones periódicas que sufría a lo largo de estos años. En fin, aunque en estos años había sufrimiento y confusión en mi vida, también en esta etapa hubo la semilla que dio lugar a la siguiente.


En el cuarto intento captar lo que está siendo el periodo actual de mi vida de los últimos 12, 13 años. Durante este tiempo es cuando finalmente decidí a entrar en terapia, cuando empecé también a meditar, y a cuidarme a distintos niveles. También ha sido la etapa en la que he conocido a mi madre biológica, y - hace 7 años - a María, mi pareja, la persona con quién comparto camino, y con quien por fin siento que tengo un proyecto de vida maduro, responsable, abierto, vulnerable, de crecer juntos ... No sé cómo será el siguiente cuadro, la próxima etapa, igual, como dice Dylan, ¡“Algún día todo va a ser diferente/Cuando pinto mi obra maestra”!

domingo, enero 30, 2011

Psicoterapía Humanista Integrativa

Recientemente me he decidido para profundizar en mi formación personal apuntándome para un Máster Semi-presencial de Psicoterapia Humanista Integrativa. Después de terminar el año pasado la carrera de Psicología, me apetecía hacer algo más práctico y aplicable al surco que me encuentro trazando en la vida. Estuve mirando los distintos cursos y Másters que había con un componente online y el que más se acercaba al abordaje integral que me interesa era éste. En un principio tenía reservas porque me parecía que representaba de algún modo un paso hacia atrás respecto a lo que he venido leyendo y estudiando sobre aplicaciones en coaching y psicoterapia integrales. Pero al final, varios factores me ayudaron a decidirme a favor.

Los abordajes humanistas, como los de Rogers y Maslow, la Gestalt, el Análisis Transaccional, los enfoques corporales etc fueron los precursores de lo que empezó siendo la psicología transpersonal y ha ido evolucionando hacia la visión integral con la que Wilber y otros muchos trabajan hoy. Como la psicología humanista siempre me había interesado aunque no me había parado mucho a profundizar en ella, el Máster me ha parecido una gran oportunidad. También, como he hecho mi vida en España, me parece congruente arrimarme y aprender con lo más evolucionado que me encuentre aquí en vez de estar lamentándome interiormente de que no hay Máster de Wilber o del Instituto Integral en España. Y en este sentido he resonado con la aspiración integrativa de este Máster y también con la calidad humana y abierta del que lo dirige, José Zurita, (le puedes escuchar en el vídeo más abajo). Él dice que le apasiona este enfoque porque ve que funciona con sus clientes y, al fin y al cabo, eso es de lo que se trata, de aportar un grano de arena para el bien de todos los seres, de servir a las personas, sufrientes como nosotros, en su búsqueda de sanación y realización.

A continuación os dejo un video de José Zurita y después un trabajo que hice sobre El Talante de un Psicoterapeuta Humanista Integrativo.



El talante del Psicoterapeuta Humanista Integrativo

“Una palabra nos libra de todo el peso y dolor de la vida. Esa palabra es amor.”
Sófocles

El trabajo de un Psicoterapeuta Humanista Integrativo (PHI) parte de una base de empatía, respeto y amor incondicional hacia sus clientes. El PHI pretende ayudar al cliente a sanar sus heridas, a superar conflictos intra- o inter-personales y a alcanzar un cada vez mayor grado de autonomía y realización personal. Para hacerlo el terapeuta intenta captar al cliente en todas sus dimensiones, pero sobre todo las referidas a aspectos conductuales, cognitivos, fisiológicos, emocionales y espirituales. Gracias a una escucha informada por todos estos aspectos, el terapeuta tiene más posibilidades de acertar a la hora de acompañar al otro que si filtra lo que el cliente le está contando principalmente a través de una única lente (por ejemplo, la cognitiva o la conductual). No sólo se dirige al cliente teniendo en cuenta todas estas dimensiones, sino que también trabaja para que el cliente las vaya integrando en su propia personalidad, siempre en función de dónde está en su proceso de desarrollo en el momento de acudir al terapeuta. También el PHI estará inmerso en su propio proceso personal de integración, pudiendo así mostrarse como persona congruente ante el cliente, sin pedirle que haga nada que no haya emprendido el mismo terapeuta.

El trabajo del PHI está orientado a la relación, es decir se pone mucho énfasis en la relación entre terapeuta y cliente: se puede entender esta relación como el crisol en el que la alquimia de la sanación tiene lugar. Según Richard Erskine, uno de los fundadores del abordaje humanista integrativo, los conceptos más importantes para que esta relación prospere son el contacto y la sintonía. Estos conceptos recuerdan los vínculos positivos que pueden existir entre niños y cuidadores según la teoría del apego de Bowlby. De un modo similar, el PHI aspira a crear las condiciones adecuadas para que el cliente pueda enfrentarse con y superar las adversidades y dificultades que la vida le antepone. En esta línea Erskine identifica distintas necesidades relacionales del cliente (o de cualquier persona), a las que el terapeuta intentará cubrir.

Así un marco terapéutico favorable para el cliente le dará una sensación de seguridad, para que se sienta protegido dentro de una relación estable y fiable con su terapeuta. El cliente se sentirá comprendido, aceptado y validado, ahí donde esté. Partiendo de ahí será más fácil que asuma el reto de enfrentarse con las heridas profundas que le lastran en el aquí y ahora. Este marco también supondrá un espacio intersubjetivo en el que hay un intercambio en doble sentido, ya que el terapeuta podrá compartir juiciosamente aspectos de su propio camino de crecimiento, de su propia vulnerabilidad, fantasías etc, siempre en función de las necesidades del cliente.

Erskine también valora la iniciativa por parte del terapeuta, cuando sea necesario, para impulsar el trabajo terapéutico en el caso de que haya resistencia por parte del cliente (y sin que esto suponga que el terapeuta esté haciendo el grueso del trabajo). Según Erskine, es esencial que el terapeuta atienda a la necesidad del cliente de sentirse respetado y acompañado. Para eso es importante que se respire una atmósfera de amor en el marco terapéutico. El terapeuta ocupa el lugar de una versión adulta del cuidador del niño, tal y como lo plantea Bowlby, es decir ofreciendo un amor nutritivo de tipo paternal o maternal (aunque no paternalista en el sentido de restarle o inhibirle la autonomía al cliente).

El amor en el marco terapéutico humanista integrativo también puede entenderse en su vertiente más espiritual. Se trata de ayudarle al cliente a conectar con algo más grande, con una visión que abarque también la dimensión trascendental del ser humano, más allá de los confines de nuestro ego. Esto permitirá al cliente aprender a “fluir” (en el sentido acuñado por Mihály Csíkszentmihályi), soltando sus lastres y sintiéndose uno con el todo. Aunque esto no puede ser para la mayoría de clientes el punto de partida, si puede constituir un punto omega gravitacional en el trabajo. Así el enfoque psico-espiritual puede valer a veces para cerrar procesos en los que se han trabajado heridas intensamente personales, añadiendo una vertiente humanamente universal y también transpersonal al trabajo.

En este sentido, el rol del terapeuta se parece al de un psicopompo mitológico, guiando a cada cliente en su particular viaje de héroe. Al terapéuta le corresponde recordar a sus clientes que aunque no puedan elegir las circunstancias o las condiciones externas que se les han dado en sus vidas, si pueden elegir como responder a esas circunstancias, como jugar la mano que se les ha dado. El guía entiende - y ayuda a entender - que ahí reside el margen de maniobra y la posibilidad de liberación y realización de cada individuo.

jueves, enero 13, 2011

Micro-meditaciones (los frutos de la práctica en el día a día)


Desde que empecé a meditar (¡o a intentarlo!), una de las cosas que más me ha interesado ha sido como trasladar los frutos de la práctica meditativa a mi día a día. Me acuerdo de hacer retiros zen en Luz Serena y de salir de ahí con una sensación de paz y de expansión desconocida para mi normalmente - pero a menudo veía también como esa sensación desaparecía al entrar en contacto con el mundo exterior, sobre todo con cualquier experiencia desagradable. Es más, ¡se generaba una tremenda sensación de frustración con lo desagradable por haber roto el oasis de paz que había estado disfrutando en mi interior! Podía ser, al salir del templo, en el coche yendo por la carretera y sintiendo irritación o rechazo hacia la manera de conducir de mis conciudadanos. O podía ser en el momento de repostar gasolina y comprar el periódico, encontrándome con noticias de desgracias que nada tenían que ver con la paz espiritual y sintiendo antiguos sentimientos de tristeza o desesperación surgiendo en mi interior. ¡Pero si estaba tan bien hace nada!

Con el tiempo empecé a aprender de este tipo de experiencias e intenté sacar pistas que me ayudasen a que los frutos meditativos se prolongasen en el tiempo, y llegasen más profundamente a más áreas de mi vida. Primero, me daba cuenta de que salía de los retiros con el corazón más abierto y confiado de lo que solía estar en circunstancias normales. Aunque no había nada malo en esto, también requería más atención a lo que había en mi alrededor - al estar más abierto, estaba también más susceptible y vulnerable, por lo que necesitaba poder responder ante sucesos desagradables poniendo barreras con consciencia. En parte se trataba de no proyectar que todo era luz y armonía en mi entorno, sólo porque yo salía de un retiro, y sobre todo no enfadarme al descubrir lo falso de esta proyección. También era cuestión de ir tomando la oportunidad de explorar las cosas de mi sombra que salían a la luz con más claridad al haber estado meditando, mi irritación, mi tristeza ... de recibir estas emociones con una actitud de aceptación y curiosidad, a ver qué me querían enseñar.

Una herramienta que me ha parecido muy útil a la hora de extender los beneficios de la meditación al día a día es una técnica que viene de las terapias basadas en la práctica de la atención plena, que se llama el "espacio de respiración de tres minutos" (o sea, una micro-meditación). Tiene tres fases, cada una de tres minutos:

1.    Darte cuenta: empieza adoptando una postura erguida y digna, bien sentada o de pie, si puede ser, cerrando los ojos. Ahora llevas tu atención hacia tu experiencia interior en el aquí y ahora, preguntándote -
  • "¿Qué pensamientos están pasando por mi mente?" Intenta reconocer los pensamientos como sucesos mentales, dejando que se formen las palabras o frases
  • "¿Qué emociones hay en este momento?" Dirige la atención hacia cualquier incomodad emocional o sentimientos desagradables, sólo reconociendo su presencia.
  • "¿Qué sensaciones corporales hay ahora mismo?" Se puede escanear el cuerpo brevamente, a ver si hay alguna sensación de tensión o pesadez.
2. Enfocar: ahora gira la atención hacia las sensaciones físicas de la respiración en si. Acércate de la sensación de la respiración en el vientre ... sintiendo como la pared del vientre se expande al inspirar y se contrae al espirar. Sigue el movimiento del aire respirado bajando desde las fosas nasales por la garganta, el pecho hasta llegar al vientre y luego subiendo de nuevo por el camino inverso. Usa la  respiración para anclarte en momento presente.

3. Expandir: finalmente, expande el campo de tu atención alrededor de la respiración para que abarque una conciencia de tu cuerpo en su totalidad, tu postura, y tu expresión facial. Si surge cualquier sensación de incomodadid física, respira a través de ella, dejando que se relaje y se suaviza al espirar, si quiere. En esta fase se trata de cultivar un espíritu de reconocimiento, de aceptación y apertura hacia lo que hay, sea lo que sea, en el aquí y ahora.

En la medida que puedas, lleva esta sensación de conciencia expandida a los próximos momentos de tu día. (Práctica traducida y adaptada de la versión inglesa del libro "Vencer la Depresión")

Para mí, estas micro-meditaciones sirven para crear una sensación de espacio que a veces me falta en el ajetreo diario. Parece que ayudan a reconectar con una sensación del Ser que muchas veces pierdo en medio del ritmo frenético de tanto Hacer, que el mundo me propone y que yo puedo asumir inconscientemente. Y desde este espacio recobrado del Ser puedo volver a involucrarme en el Hacer de otro modo, respondiendo conscientemente en vez de dejarme llevar por las reacciones condicionadas de siempre.

En principio podemos programar para hacer esta práctica tres veces al día durante dos semanas, usando la alarma del móvil para recordarnos de hacerlo en momentos puntuales (podría ser, por ejemplo, al despertar, después de comer, depués de cenar). También podemos escribir una bitácora 10 minutos cada noche antes de ir a la cama para reflexionar sobre cómo hemos vivido estos espacios de respiración, qué es lo que nos ha surgido, cómo nos ha permitido encontrar nuevas vías de respuesta etc. Con el tiempo, más que una actividad programada, puede acabar siendo un recurso flexible para usar en cualquier momento de estrés, de bajón o de incomodidad, para crearnos un balón de oxígeno y darnos más margen de maniobra, más presencia y más libertad en nuestras vidas.

domingo, enero 09, 2011

Práctica Escrita


María y yo llevamos desde hace principios de año haciendo una práctica de escritura diaria, basándonos en un libro de Natalie Goldberg, "Writing Down the Bones" (traducido al castellano como "El Gozo de Escribir"). En principio yo iba a escribir una bitácora diaria como parte de la práctica integral del segundo nivel de formación en Coaching Integral pero cuando decidí no hacer la formación me daba pena no seguir su práctica integral, así que decidimos hacerla entre los dos (aparte la escritura diaria incluye meditación, ejercicio/kata diaria, o sea, cosas que ya hacíamos).

Natalie Goldberg es una escritora estadounidense que combinó la práctica de la escritura libre (freewriting) con la de la meditación zen. Las recomendaciones básicas que ofrece - y que estamos siguiendo - son:
0. Manten tu mano en movimiento (no pauses para volver a leer lo que has escrito, porque esto equivale a vacilar o a intentar controlar lo que estás diciendo)
1. No taches nada (equivale a censurar mientras escribes - aunque hayas escrito algo que no querías, déjalo)
2. No te preocupes por la ortografía, puntuación, gramática (ni siquiera te preocupes por mantenerte dentro de las márgenes en la página).
3. Pierde el control
4. No pienses, no te pongas "lógico"
5. A por ello (si algo surge en lo que escribes que es vulnerable o inquietante, a por ello - seguramente tiene mucha energía)

Nos turnamos para proponer cada día un tema (así la práctica mantiene más frescura y espontaneidad), ponemos un temporizador y escribimos sin parar 15 minutos. Para mi, escribir de este modo, siguiendo los consejos de Goldberg, está siendo una experiencia muy liberadora. Por inercia tengo una voz perfeccionista bastante fuerte, lo que hace que muchas veces ni siquiera emprendo una cosa por miedo a que no me vaya a quedar bien. Con la escritura ocurre algo de lo mismo, porque a veces soy tan exigente con lo que quiero hacer que me desanimo antes de empezar. Sin embargo con la escritura libre, me lanzo y disfruto un montón pasando de todos mis frenos y normas habituales. La parte zen que aprecio está en lo de obrar sin apego a los resultados - por ejemplo, creo que esta práctica puede también favorecer la escritura de mi blog, pero no lo hago con ese fin en mente, sino que lo hago por amor al arte, y así todo fluye más.

viernes, enero 07, 2011

Atención



Un amigo me ha mandado un enlace con este atractivo video de Laurence Freeman sobre la atención, subtitulado en castellano. Habla de la práctica de la atención desde una perspectiva cristiana, recordándonos que la meditación es una técnica que no se vincula exclusivamente con ninguna tradición religiosa sino que es más bien una herramienta universal, disponible para cualquiera que se toma el tiempo de aprenderla. Me gusta la voz melíflua del Padre Freeman (quizás también su acento inglés :) ), me gusta su apellido (literalmente ‘hombre libre’) y también me gusta cómo dice que la meditación no es fácil pero sí es sencilla – así ha sido según mi experiencia también. Gracias por el enlace, Dani.

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